El Ego encuentra
su refugio
en los caprichos...
Minucias
que le refuerzan
en su inconsistencia
Banalidades reafirmando
las mentiras que lo alimentan.
Mentiras que no existen...
Sutiles artimañas
para evadir su responsabilidad
buscando el sosiego de la amnesia,
olvidando así su destino,
disolverse conscientemente.